Botiquín Sanitario en Piscina.

Se acerca el verano, y como cada temporada, habrá socorristas que repitan su experiencia ejerciendo su profesión en una piscina, pero también sabemos que habrá muchos alumnos de nuestros cursos de Socorrista en piscinas e instalaciones acuáticas que debutarán por primera vez. Tanto para los antiguos socorristas como para los nuevos, vamos a hacer un recordatorio de los materiales que deben conocer para llevar a cabo una adecuada asistencia, y mantener en todo momento nuestro Botiquín Sanitario en Piscina actualizado, y revisado.

La legislación vigente nos indica que las piscinas deberán tener un botiquín sanitario en piscina y la información de los servicios de emergencias situados en un lugar visible y perfectamente señalizados. No especifica el material que debe existir en el botiquín del socorrista, pero desde ESEP formación os hacemos la siguiente propuesta, no obstante, deberéis tener en cuenta que dependiendo de los metros cuadrados de lámina de agua se necesitará una mayor o menor dotación y equipo.

A continuación veremos:

  • ¿Qué es el botiquín sanitario?

  • ¿Qué materiales debemos llevar en un botiquín?

  • Como se utiliza cada uno de los materiales

  • Conclusión de Botiquín Sanitario en Piscina.

¿QUÉ ES EL BOTIQUÍN SANITARIO?

 

Cuando hablamos de botiquín sanitario no solo nos referimos a la mochila o maletín del que vamos a disponer para llevar a cabo nuestro trabajo como socorristas, sino que incluye todo el material sanitario del que vamos a disponer para llevar a cabo una primera asistencia con el paciente.

QUÉ MATERIALES DEBEMOS LLEVAR EN UN BOTIQUÍN Y CÓMO SE UTILIZA CADA UNO DE ELLOS

 

  • Termómetro:

Hoy en día se ha instaurado de forma habitual la toma de temperatura debido a la pandemia por Covid-19. En muchos lugares de hecho es requisito indispensable para poder acceder no presentar fiebre. No obstante, son múltiples las ocasiones en las que podemos necesitar la toma de temperatura por lo que es importante tener uno en nuestro botiquín, comprobar que tiene pilar y que funciona correctamente siempre antes de iniciar el turno. Además, es interesante disponer de pilar de repuesto siempre.

  • Suero fisiológico:

Para realizar lavado de heridas, lavados nasales y oculares. Antes de administrar cualquier tipo de antiséptico realizaremos el lavado de la herida con suero para eliminar todos los restos de suciedad. El suero que no se utilice deberá ser desechado al finalizar el turno, siempre y cuando se haya mantenido en condiciones óptimas y no se haya contaminado con ningún paciente.

  • Antisépticos:

Dentro de los antisépticos más utilizados podemos encontrar la clorhexidina o la povidona yodada. Es importante tener en cuenta que en caso de heridas más profundas que sean susceptibles de sutura no los deberemos utilizar puesto que tiñen los tejidos y favorecen la cicatrización, algo que no beneficia en estos casos. Administraremos antisépticos solo en caso de heridas superficiales, y preguntaremos siempre a la persona antes de su uso, si son alérgicas.

  • Gasas estériles:

Utilizaremos las gasas junto con el suero para realizar un barrido desde dentro de la herida hacia los bordes y arrastrar la suciedad. Además, humedecidas en suero van a ser fundamentales para cubrir y proteger la herida en caso de que sea profunda. También podremos utilizarlas en caso de quemaduras.

  • Vendas:

Podemos encontrar dos tipos de vendas en estos botiquines fundamentalmente. Vendas de gasa orillada, que no son elásticas, y las vendas de crepé que a diferencia de las de gasa orillada si son elásticas.

Las vendas nos permiten proteger las heridas junto con las gasas humedecidas en suero fisiológico e inmovilizar las posibles lesiones que pueda presentar un paciente.

  • Esparadrapo:

Procuraremos que el esparadrapo sea hipoalergénico. Lo utilizaremos para fijar gasas, vendas, etc.

  • Tiritas:

Para cubrir heridas superficiales que no tengan gran extensión. Podemos encontrar tiritas de diferentes tamaños predeterminados, o en algunas ocasiones puede ser un rollo que nos permite cortarlo en el momento adaptándolo a la herida.

  • Pinzas:

Para extraer cuerpos extraños, tales como espinas, astillas, etc. Siempre y cuando sean en zonas no comprometidas, y asegurándonos de que no vamos a empeorar la situación.

  • Tijeras de punta redondeada:

Nos permiten cortar todo tipo de gasas, vendas, tiritas, etc. El hecho de que sean con punta redondeada nos beneficia porque disminuimos el riesgo de pinchar al paciente cuando las introducimos para cortar un vendaje, por ejemplo.

  • Bolsas de frío y calor:

Ambos muy beneficiosos. Podemos usar las bolsas de frío en caso de traumatismo, inflamación… En cuanto a las bolsas de calor, nos resultarían muy útiles en caso de hipotermia, por ejemplo.

  • Guantes:

Siempre debemos protegernos. Es algo fundamental. Los guantes son elásticos y nos protegen frente a diferentes agentes externos. Además, ofrecen resistencia a la punción. Podemos encontrar diferentes tipos de materiales, nitrilo, vinilo, látex…

  • Otros materiales:

En los botiquines también se pueden incluir diferentes materiales según las necesidades del lugar donde se lleve a cabo la asistencia, y la dotación que forme parte del equipo de trabajo. Por ejemplo, en caso de que haya médic@ o enfermer@ se deberá disponer también de medicación como analgésicos, antiinflamatorios, antihistamínicos, cánulas orofaríngeas, material básico de sutura, pomada dermatológica antialérgica, pomada dermatológica antibiótica-antiinflamatoria, pomada ocular epitelizante, apósitos grasos…

CONCLUSIÓN

Para poder llevar a cabo la función de Socorrista Acuático en la Comunidad de Madrid es imprescindible conocer cuál es el material que debemos tener en nuestro lugar de trabajo, y ya no solo eso, sino también como hacer uso de éste.

Además, sea cual sea el material del que dispongamos, debemos tenerlo preparado siempre, desde la apertura de las instalaciones al público hasta que cierren las mismas.

Los medicamentos estarán colocados de forma ordenada y conservándolos en las condiciones que necesite cada uno de ellos, comprobando cada día la fecha de caducidad, y en caso de que caduquen o se produzca un deterioro de éstos, procederemos a retirarlo y sustituirlo de forma inmediata.

A parte de todos estos materiales, también será indispensable disponer de un libro de registro de incidencias sanitarias, en el que se deberán recoger los datos de la incidencia.

Si tenemos todo esto en cuenta, podremos realizar nuestro trabajo de forma adecuada.